Este mini apartamento en Malasaña que os traigo hoy, ha sido un puro flechazo. Funcionalidad, luminosidad, alegría y buen rollo unificados en una sola casa y es la demostración, de que no hacen falta muchos metros para vivir cómodamente o tener una casa bonita.
Se trata de una vivienda turística, pero la estancia ya solo con esta primera imagen ¿apetece o no apetece? ¿Te quedas a disfrutar la vivienda al completo?
El apartamento de 33 m2 y en origen muy oscur con tan solo dos habitaciones se ha transformado completamente gracias al exquisito trabajo del Equipo Nimú. Han conseguido no solo se vea bastante más grande de lo que en realidad es, sino que le ha dotado de luz natural a raudales ampliando todo lo que han podido las ventanas chiquititas existentes en origen.
También han dejado las vigas vistas tras la reforma, manteniéndolas en el tono madera original, pero restaurándolas. Junto con la luz natural, paredes y suelo son en color blanco, lo que le aporta mayor amplitud y alegría si cabe, realmente con espacios abiertos la casa parece más grande.
Como se trata de una vivienda de alquiler turístico, no han puesto armario, en su lugar una cajonera y un perchero donde colocar los pocos objetos personales que traen los viajeros. La cocina tiene lo mínimo imprescindible para desayunar y tomar algo de cena, pero trabajar lo mínimo ¡que estamos de vacaciones!
Pero como habréis podido observar, en general el mobiliario de la casa son objetos versátiles y prácticos y que abultan poco, con distintos unos o con usos diferentes al habitual. Así el banco que hicieron a medida para la zona de estar: Sirve para sentarse, para apoyar la tele, para guardar cosas debajo.... o La banqueta que está en la zona de desayuno, servirá de mesa auxiliar o para sentarte en la mesa...
Imágenes vía: El mueble
Fotografía: Alicia Macías Estilismo: DafneVijande
Reforma: Equipo Nimú
Este post ha sido redactado según el Código de Confianza C0C.
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